El último día del mes de julio, María de los Ángeles Escalante, de 28 años de Resistencia, decidió poner fin a una relación de pareja muy violenta y concretar una denuncia policial.

Según manifestó la misma, hace ocho meses que convivía con un hombre, identificado como J.A.V, de 33 años, quien es inspector de bromatología de la Municipalidad de Resistencia.

La joven venía sufriendo violencia física y psicológica desde que comenzó la relación. Tal como consta en la denuncia policial, el hombre la celaba, le quitaba su celular y se hacía pasar por ella respondiendo los mensajes a sus familiares y amigos.

Además, cuando éste ingería alcohol, se ponía aún más agresivo, golpeándola en diversas ocasiones sobre su cara, mordiéndole, estirándole el cabello, rompiéndole la ropa, e impidiéndole salir de la casa que compartían, escondiéndole la llave.

El día de la denuncia, la joven relató que le avisó a su pareja que iría a la casa de una amiga, pero como la misma no tenía foto de perfil en su WhatsApp, el agresor se molestó y comenzó a agredirla verbalmente. Luego, comenzaron los golpes hasta que la agarró del cuello hasta asfixiarla, dejándola desvanecida, tirada en el suelo.

Cuando la joven reaccionó, salió al patio a pedir ayuda. Sin embargo, el hombre volvió a agredirla, mordiéndole la cara, arrastrándola y llevándola de vuelta hacia adentro de la vivienda.

La violencia no cesaba, así que la joven decidió esperar hasta que el hombre se calme. Una vez que se descuidó, agarró el celular de él y le mandó un mensaje a su hermano, empleado policial para que vaya a la vivienda.

La mujer logró escapar de la casa y huir hasta la casa de una amiga, donde quedó a resguardo.

Ahora, pide a la Justicia una orden de restricción de acercamiento hacia ella y los lugares donde se moviliza, para evitar que su expareja vuelva a atacarla y peligre su vida.