Un chico entrerriano denunció en las redes sociales el robo del que fue víctima. Según su versión, la caja le llegó con signos de haber sido violentada. “Del teléfono no me dieron ni la funda”, se quejó.

Un joven de 18 años compró un teléfono celular por las redes sociales y le llegó a la casa un frasco de aloé vera. El sello daba muestras de haber sido violentado y el ticket con código de barras que permite seguir el rastro del envío ya no estaba.

El insólito caso ocurrió en Entre Ríos y tuvo como protagonista a Agustín Sciortino, un chico que había gastado todos sus ahorros en la compra de un i-Phone 11 Pro Max. La ilusión se transformó en desazón al comprobar el robo del que fue víctima.

“La caja está abierta, está roto el ticket de Correo Argentino y no se lee el código que te dice por dónde va el paquete. Yo iba siguiendo el envío, porque estaba ilusionado con el celular que había comprado con tanto esfuerzo. Pero le cambiaron el ticket, se lo cambiaron. Del teléfono no quedó ni la funda”, se lamentó Agustín.

Según su testimonio, el joven había realizado la compra por Instagram. Lo adquirió a un comercio ubicado en la provincia de Catamarca. “Me costó 224 mil pesos. Perder esa cantidad de plata me hace sentir muy mal”, dijo.

Daniel, el papá de Agustín, grabó un video en las redes sociales. En su opinión, se trata de una banda de “abrepaquetes” que saquean las cajas que, a juicio de ellos, contienen envíos de valor. “Gente de Correo Argentino, basta de tapar a estos delincuentes que tienen adentro. Hay mucha gente honesta trabajando ahí, pero estos delincuentes se van a llevar puesta la empresa”,, afirmó.