El director del Hospital Perrando, Daniel Pascual, puso a disposición su renuncia esta mañana. Esta decisión tiene relación con la polémica que se originó cuando el cura Rafael del Blanco agradeció públicamente la posibilidad que tuvo de vacunarse contra el coronavirus. 

El problema es que en esta primera etapa las vacunas Sputnik V que llegaron al país estaban dirigidas únicamente al personal de salud, quienes forman parte de la primera línea de exposición ante el virus. 

En una declaración en redes sociales, Pascual, a quien se le adjudicó la responsabilidad del hecho, expresó: “Con motivo de haber autorizado la vacunación de un sacerdote, considerado por mí personal esencial ya que la salud ´es un estado de bienestar físico, mental y social y no solo un estado de enfermedad´ está mi renuncia a disposición del Ministerio”.